JOHANNS

 

Preciado retoño,

cabías en la palma de mi mano,

tu llanto era un suave gañido,

recuerdo esa pequeña manita

sujetando mi dedo,

calidez y blandura,

que huele a ternura,

mi frágil criatura...

 

Los años te hicieron un niño 

luminoso, alegre, único

la sonrisa de mi día a día

nunca lo olvides....

carisma es tu nombre,

te admiro mi chico,

fuerte y locuaz

sin frenos ya vas...


                                                                            KATHENA



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